lunes, 28 de septiembre de 2009

DIRECTO DESDE CUBA

Y este es el tercero, y denuncia un suceso nuevo que está afectando la tranquilidad ciudadana, debido a las malas decisiones de los dirigentes del país.
Reciban un saludo y un abrazo.

Represión policial agudiza crisis del transporte.

Por Jesús Emilio Hernández Figueroa. Periodista
Independiente, Colaborador de Cuba Entre Rejas


La Habana, Cuba, 28 de septiembre. Desde hace unos días y en el horario pico de la mañana, oficiales de la policía se han encargado de “vigilar el orden” del transporte público en el ómnibus conocido como P-15. Pero lejos de resolver cualquier problema lo han agudizado, pues los improductivos y desocupados agentes se han olvidado de su verdadera función en la sociedad, han borrado los buenos modales y han arremetido contra los ciudadanos con frases violentas y carentes de educación.

Según ellos, están para cuidar el orden y, sin embargo, son ellos los que producen el desorden, pues todavía existen personas que callan ante las ofensas y malos tratos, pero no todas son así, y esto ha provocado acalorados altercados entre los ofendidos y los esbirros que abusan de su poder, provocando demoras innecesarias en el recorrido de los ómnibus y haciendo más intolerante la estancia de los pasajeros que, como sardinas en latas, tienen que apretarse unos a otros debido a las dificultades de las carencias propias a las que estamos sometidos los cubanos y a las malas decisiones de sus gobernantes.

El pasado día 25, ante un indudable acto de injusticia, este reportero también sufrió los atropellos de la fuerza policial y, al reclamar mis derechos me impusieron una multa de treinta pesos en moneda nacional. Bajo una fuerte discusión, el Suboficial con placa 43798 y su secuaz con placa 47490, me acusaron de desacato al no acceder a sus caprichosos deseos y al acusarlos de abuso de poder.

Cosas como éstas suceden a diario y los represores, en vez de buscar alternativas para resolver la crisis económica del país, lo sumergen aún más en la violencia, la incertidumbre y la desesperanza. Además de que gozan de total impunidad en una sociedad donde el poder judicial

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