sábado, 30 de mayo de 2009



(Alex Mac kenzie).-El pasado jueves Hugo Chávez retó a los intelectuales extranjeros que participan en Caracas en el congreso de la CEDICE para que debatieran con él en su programa "Aló, Presidente". Creía, quizá, que no aceptarían la proposición. Craso error. Ellos aceptaron el envite pero propusieron que el debate fuera sólo entre Chávez y Mario Vargas Llosa. El "Gorila rojo" viéndose sobrepasado por el alcance de su propuesta y consciente de que un "duelo" con el célebre escritor peruano lo dejaría en ridículo, reculó.

Hugo Chávez, experto en debatir consigo mismo y aburrir a sus iluminados seguidores y miembros de su gobierno -durante interminables horas y horas- que lo aplauden cuales autómatas tras cada burrada que vocifera, declinó finalmente debatir con Vargas Llosa, argumentando que en su condición de jefe de Estado, solo puede debatir con otro jefe de Estado. No obstante dejó abierta la puerta para que sus bufones debatieran con el autor de la "Tía Julia y el escribidor".

“Ahora, la invitación es esta: los invitados internacionales de la contrarrevolución pueden mañana (hoy) a las once debatir en el programa "Aló, presidente" y yo puedo ayudar a moderarlo, pero el debate es entre intelectuales. Yo soy presidente”, señaló.¡Qué vergüenza!

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