jueves, 17 de junio de 2010

From: La Voz de Cuba Libre
To: listavoz@lavozdecubalibre.org
Sent: Monday, June 14, 2010 9:33 PM


Respuesta a carta de "disidentes" colaboracionistas con la tiranía de los Castro
Por Dr. Octavio Dilewis Ibarra-Tamayo.
Hay una nueva "movida-cartica" a favor de los intereses de los Castro por parte de supuestos "disidentes", que pretenden reforzar el aparato represivo de la tiranía con los dólares del turismo norteamericano, y de paso, cerrarle las puertas del país a los exiliados cubanos con familiares cercanos en la isla-prisión que aún no están vetados por la pandilla castrista, pero que sí lo estárán cuando la ganga secuestradora consiga sustituir los ingresos provenientes de ellos con los que le provean los clientes gringos que, ni tienen familia isleña ni le importa el destino de los cubanos.

No le voy a hacer propaganda gratuita a esos miserables entre cuyos cabecillas se encuentran, a ambos lados del estrecho, demasiados sospechosos usuales, como Saladrigas, supuesto instigador al norte del estrecho, y el tal Chepe en la isla.

Una vez más se ratifica mi preferencia por opositores como el Dr. Oscar Elías Biscet González, Jorge Luis García Pérez (Antúnez), Martha Beatriz Roque Cabello y otros con posiciones inclaudicables similares frente a la tiranía, y mi reserva respecto a casi todos los llamados disidentes, oportunistas y jineteros de tono "light", llámense blogueros no confrontacionales, economistas cheperos, dizque periodistas subordinados a la jerarquía católica, o lo que sea.

Me limitaré a proveer la respuesta clásica, con la insistencia en que si son honestos y quieren la libertad de Cuba lo que le tienen que pedir a los tres poderes de Estados Unidos es que paren su complicidad con la tiranía castrista, que continúa sólo gracias a ellos, y que encausen a los Castro y sus pandilleros por asesinato y tráfico de drogas, y los conviertan en prófugos de la justicia norteamericana e internacional...

Adicionalmente, adjunto al final de la lectura la respuesta de González-Infante...

No puede haber "negociaciones" con delincuentes; no tiene sentido ni desde el punto de vista moral, ni desde el práctico. No se puede cargar un escorpión en la espalda para ayudarlo a pasar el rio porque no resistirá la tentación de clavar su apéndice agresor para inocular su ponzoña; es parte de su naturaleza.

Luego de las "reflexiones" del tirano asesino y cobarde Fidel Castro enmendándole la plana a su desde la infancia atormentado y subordinado hermano respecto de sus declaraciones previas a la cumbre de Trinidad en las que ofreció a Obama negociarlo todo, se comprueba una vez más primero que Raúl Castro no está al mando y segundo que Fidel Castro es un cobarde delincuentón, que nunca trabajó, que nunca realizó ninguna actividad productiva, que siempre fue un ratero, que conserva su mentalidad extorsionista y ratera, que siempre fue un mentiroso y un manipulador, y que con él jamás se debería negociar absolutamente nada.

Chávez, de quien Ceresole nos dijo una vez que era un mico utilizable con mucha ambición de poder, antes de que pactara con la plutocracia (con la ayuda del tirano Castro, su supuesta víctima actual, Baduel, y otros) y se entregara al plan de Mefistófeles a cambio de convertirse en dictador vitalicio igual que el tirano Castro y ser protegido por los mismos que han mantenido al cobarde asesino y secuestrador de Cuba en el poder, se quizo hacer el gracioso y dijo que Raúl Castro era un soldado...; luego para arreglar la ofensa rectificó diciendo que el hermanísimo era el Comandante en Jefe; como si lo hubiera picado un escorpión en los glúteos rapidamente el segundo de todo contestó que dicho cargo era su cobarde hermano mayor.

Es decir, se comprueba lo que ya sabíamos hace cincuenta años cuando apenas estábamos aprendiendo a caminar: que los nombramientos bajo la "constitucionsita castrista" de "presidentico del consejito de estado y comandantico en jefe", como todo bajo el castrato, no pasa de ser pura COÑA.

No puedo expresar otra cosa que mi más inequívoco desacuerdo con cualquier propuesta de negociación con la pandilla castrista, o respecto a concesiones unilaterales, bajo las condiciones actuales, a la tirania secuestradora de Cuba. Todo ello solo contribuirá a que el tirano cobarde, ratero y extorsionista continúe aplastando la voluntad del pueblo secuestrado de la Cuba intramuros.

La voluntad del pueblo cubano solo podrá ser expresada en elecciones libres, con todas las garantias y en base a la libertad de prensa y el pluripartidismo. El tirano Castro y su hermano donde deben concurrir es ante los tribunales, para que paguen por todos sus crímenes capitales.

La tiranía castrista no es comparable con ningún otro desmadre en este continente, a todos los supera de forma abrumadora. No es decente siquiera comparar un régimen dictatorial y autoritario de 16 años como el de Pinochet o una dictablanda de una década como la de Chávez, con una tirania personal, antinacional, esclavista y totalitaria de medio siglo como la castrista.

En un artículo publicado en el Nuevo Herald, "No a la manipulación castrista", septiembre 15/ 2006, el ex subsecretario de estado para las Américas, Otto Reich, hizo varios planteamientos con los que yo estaba de acuerdo, especialmente los referidos a la manipulación por parte de la tirania castrista. Pero hizo otros con los que, fundamentalmente, no podía yo estar en mayor desacuerdo, especialmente respecto a la actitud del entonces presidente Bush, y a las demagógicas, falsas y huecas palabras de Thomas Shannon, entonces ocupante del cargo de adjunto que Reich desempeñó en el Departamento de Estado. Llegó al extremo de citar como inaceptables para la administración Bush, actos como los que condujeron a los acuerdos migratorios con la tirania castrista hechos por Clinton, con un cinismo tan extremo que omitía el hecho de que Bush no había denunciado tales "acuerdos", incluida la inmoral aberración jurídica que contiene la orden ejecutiva "pies secos, pies mojados", los había cumplido al pie de la letra, y había deportado más cubanos que escapaban de la esclavitud que la no menos infame administración Clinton.

Si el "anticastrismo" del presidente Bush sirvió para algo distinto a morirse de la risa o explotar de cólera; si el tal "anticastrismo" a que se refierió Reich era cierto, ¿por qué el presidente, que llevaba seis años en el poder, gracias a nosotros los cubano-americanos, no había tocado ni con el pétalo de una rosa a la tirania; peor aún, por qué se había ubicado por encima de la ley, por qué violaba la ley de Estados Unidos, negándose a encausar al tirano Castro y su hermano por tráfico de drogas en gran escala, por asesinato de norteamericanos y un largo etcétera, y por qué no ordenaba la captura de los Castro y su pandilla, pero sí se dedicaba a perseguir a los patriotas cubanos que luchaban por una Cuba libre?.

Lo mismo que he hecho bajo esta administración de Obama, es decir, denunciar al Vice Biden, al israelí Emanuel y otros como sospechosos de ser fichas de la plutocracia enemiga de la libertad de Cuba, lo hice también bajo la anterior administración. Alerté varias veces, desde mi Carta al Exilio I (30 de enero del 2001), la cual se hizo llegar a la mayoria de las organizaciones y medios de nuestra comunidad (tengo prueba de ello), (el mal presagio me llegó desde que se estaba armando el gabinete al observar las "figuras" que aparecieron en el "stage": Rice, Powel, Rumsfeld, Cheney, etc, bajo alta sospecha de vinculación con la plutocracia enemiga de la libertad de Cuba), en relación con que el plan estratégico de la administración Bush aparentaba ser (y así sucedió) el mantenimiento del status quo gangsteril que esclaviza a Cuba, para lo cual contaba entre sus fuerzas tácticas con algunos genuflexos carentes de integridad por los cuatro costados, pero con control de o acceso a medios en función de callar o crear opinión pública favorable a la actitud traicionera del gobierno que estaba en la Casa Blanca solo gracias a nosotros los cubano-norteamericanos.

Los afroamericanos llamaban a Rice y Powell "Galleticas Oreo" (Oreo cookies) porque entendían que eran negros por fuera pero blancos por dentro. Los cubano-norteamericanos también tenemos nuestras galleticas (galletitas, se dice en otros lares), de la misma marca pero con naturaleza diferente. No se trata en nuestro caso del color de la piel.

Afortunadamente aquellos eran genuflexos "republicanos", por lo cual se supone que hoy se encuentran absolutamente fuera del escenario.

Solo es válida y moral cualquier negociación luego que los Castro sean apartados del poder y colocados en donde ha estado Noriega, allí le enseñarán el "paso fino", es decir, aprenderán a caminar como finas prostitutas japonesas.

Debemos estar alertas para impedir la fabricación de pretextos legales que puedan servir para derogar la Ley Helms-Burton, el embargo y todo lo demás, aunque sin dar por terminada totalmente la "confrontación retórica", por aquello de que "ser antiamericano vende"; que puedan servir para "legalizar" a un individuo que ha cometido más crímenes capitales en la jurisdicción norteamericana, incluido narcotráfico en gran escala y asesinato de norteamericanos, que cualquier otro criminal en la historia de este pais. Hacer eso sería ubicarse por encima de la ley de la gran nación norteamericana.

¿Habría aceptado el pueblo norteamericano convalidar a Al Capone como alcalde de Chicago, con status especial para la inmunidad e impunidad, cuando por imperativo de la decencia lo que se imponía era arrestarlo y enviarlo a la cárcel por el tiempo que la corte competente determinara? .

Cuba lo que necesita es elecciones libres, con libertad de expresión, acceso a los medios, pluripartidismo y todas las garantías, luego que el tirano Castro, su hermano, y otros integrantes de la cúpula gangsteril, estén haciéndole compañia a Manuel Antonio Noriega o siguiendo el destino de éste, en una cárcel federal de Miami.

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De la carta de 74 firmas al Congreso de E.U.

Cuando se dio a la publicidad una carta firmada por 74 disidentes y activistas de la sociedad civil en Cuba, donde piden al Congreso norteamericano que aprueben la liberación de los viajes de ciudadanos americanos y la aprobación de la venta de productos agrícolas al gobierno comunista, me hice el propósito de no intervenir en la polémica que se avecinaba. Ya estoy acostumbrado a estas inoportunas cartas y planteamientos que surgen casi siempre en el momento preciso en que el gobierno tiene que enfrentar situaciones críticas tanto nacional como internacionalmente.

Pero dos revelaciones me llevan a ser parte del debate. Mi primera reacción se origina cuando en declaraciones públicas Marta Beatriz Roque dio a conocer que fue abordada por Dagoberto Valdés, el activista católico, quien le requerió su firma-que negó- y le confesó que desde el exilio, el señor Carlos Saladriga le sugirió la redacción de la carta de marras. Hasta ahora, para algunos, la intención era que el exilio debiera ser solamente “caja de resonancia” de los que allá adentro enfrentaban a la tiranía. Era casi un sacrilegio, para muchos compatriotas en la isla y en el exilio, emitir una opinión o crítica aunque fuera bien intencionada, que expusiera puntos diferentes; porque, añadían, “ellos eran los que estaban exponiéndose a la cárcel o a las represiones del gobierno”.

Estos sectores tácitamente pretendían expedir patente de corso aun para los más disparatados planteamientos. Ahora resulta que esos sectores del exilio encuentran “caja de resonancia” dentro de la isla. No sé si se han invertido completamente los papeles o se van intercambiar de aquí para allá, o de allá para acá, según las conveniencias, en un juego inescrupuloso.

La segunda razón que me involucra, es la insolencia de Oscar Espinoza Chepe. Con una arrogancia insultante propia de su formación marxista, el economista manda a callar a voces del exilio. En declaraciones al Herald, este petulante declara desfachatadamente que “hay una serie de personajes en Miami que ayudarían enormemente si se callaran la boca porque no nos ayudan”. Chepe, a quien sin ninguna seria enfermedad que le aquejara le fue concedida la libertad extra penal, me recuerda algunos casos que también el presidio histórico sufrió en su momento con personajes como Espinoza Chepe, que luego resultaron ser, o se convirtieron en desaforados voceros del gobierno, aunque estuvieran en prisión y por lo tanto pueden enarbolar el status de preso político. Es como si Chepe en su nebulosa marxista, como jefe o supervisor de algún departamento económico del gobierno estuviera mandando a callar a algunos de sus subordinados.

Repito que no quería invertir tiempo en una carta cuyos argumentos para mi resultan insostenibles. La insistencia de que la presencia de ciudadanos norteamericanos en Cuba y no de otras nacionalidades que ya la visitan, contribuirían a un intercambio de ideas entre el pueblo de a pie y los turistas aceleraría el proceso democrático, es el más infantil de los argumentos.

Esta carta, en el momento que la tiranía enfrenta una fuerte crítica internacionalmente, en la que está como siempre utilizando a los presos políticos, comprometiendo a la jerarquía católica de la Isla en la práctica de sus fechorías de negociación y la próxima presencia de un alto prelado del vaticano próximamente contribuye a descarrilar o desviar la atención hacia lo que la tiranía pretende obtener a cambio de nada: los créditos y dineros de los Estados Unidos.

Nuestro hombre en La Habana, Espinoza Chepe y nuestro hombre en Miami, Saladriga constituyen el binomio de esta superchería que favorece al gobierno castrista. Si Chepe se considera con derecho a mandar a callar a ciertas voces del exilio según su conveniencia, me imagino de lo que seria capaz si lo reintegran en un despacho de alguna dependencia del gobierno comunista de hoy, o en la dependencia de alguna fórmula de gobierno en el futuro.

Luis Gonzalez-Infante

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