martes, 29 de septiembre de 2009





EL COMANDANTE EN JEFE SE FUE POR LA TANGENTE

Al día siguiente del debatido concierto de Juanes y compañía en La Habana, Fidel Castro escribió una de sus llamadas “Reflexiones”, titulada “Una especie en peligro de extinción”, que en su primer párrafo decía: “Me habría gustado hablar hoy del extraordinario concierto ‘Paz sin Fronteras’, celebrado en la Plaza de la Revolución José Martí ayer domingo, pero la porfiada realidad me obliga a escribir sobre un peligro que amenaza no solo la paz, sino también la supervivencia de nuestra especie.”.

Por Antonio J. Fernández

Ese primer párrafo da a entender que debido a la “importancia” del tema, éste tenía prioridad sobre el concierto de marras y que, su próxima “Reflexión” sería dedicada al comentario pospuesto. Pero todo parece indicar que no va a ser así, y que la “Reflexión” sobre el concierto nunca saldrá de la pluma del dictador cubano.

Y lo decimos, porque su siguiente “Reflexión”, publicada el 22 de septiembre, lleva por título “El Obama serio”, dedicado a alabar o mejor dicho a “guataquear” al presidente de los Estados Unidos, algo inaudito que jamás ha hecho con los pasados presidentes norteamericanos de los últimos cincuenta años, desde Eisenhower hasta George W. Bush.

Como soy un optimista de nacimiento, me dije: “Bueno, quizás la próxima”. Y salió la siguiente dos días después, el 24 de septiembre, titulada “Allí se engendra una revolución”, inspirada por el derrocamiento del presidente Zelaya en Honduras y culpando de “autor intelectual” a George W. Bush. Como Bush ya salió de la presidencia desde enero pasado, y el golpe de estado contra Zelaya fue hace unos tres meses, me da a pensar que los rumores sobre que la enfermedad del dictador cubano es mental pudieran ser ciertos.

El pasado domingo 27 de septiembre, se publicó la última “Reflexión” –hasta ahora- escrita por Castro con el título de “Pittsburgh y la Cumbre de Margarita” en la que establece, a su manera, una comparación entre la Cumbre del G-20 realizada en la ciudad de Pittsburgh por los países mas industrializados del mundo, y la Cumbre de Jefes de Estado de UNASUR y la Organización de la Unidad Africana, llevada a efecto, en la misma fecha, en la Isla Margarita. En su “Reflexión”, Castro hace duras críticas para la primera y grandes halagos para la segunda, con su correspondiente piropo para su discípulo favorito, del que dijo: “El Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Rafael Chávez brilló y vibró en esa Cumbre”. La necesidad ha transformado al antes soberbio Fidel Castro en un arrastrado “guataca” que no escatima adulaciones para Chávez, que es quien sostiene ahora su parasitismo después de haberle chupado la sangre a los rusos hasta llevarlos a la bancarrota y más adelante, a los chinos que, afortunadamente para ellos, se dieron cuenta a tiempo de que el gobierno comunista de Cuba era un vampiro que se sostenía chupándole la sangre a otros.

Tengo la convicción de que a Chávez no le queda mucho tiempo en el poder y que va a ser el primero en ser derrocado por su propio pueblo. Después de él, como fichas de dominó, caerán también los gobiernos de Nicaragua, Bolivia, Ecuador y Cuba, no necesariamente en ese orden. Esperemos.

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