jueves, 27 de agosto de 2009


La situación nacional

Convergencia Liberal Cubana (CLC) 27 de agosto de 2009 La Habana – http://www.payolibre.com/ – En esta hora límite de crisis nacional, donde todo lo proclamado oficialmente como sólido se desvanece ante la realidad, la Convergencia Liberal Cubana (CLC) envía el siguiente análisis sobre la situación actual del país, a todos los cubanos donde quiera que se encuentren.

La CLC es firme defensora de la soberanía popular, por tanto entendemos que el gobierno cubano está obligado a atenerse en sus actos al cumplimiento de la vigente Constitución de la República de Cuba. Enfrentados a la misma, la CLC, postula como consistente el criterio de nuestro Apóstol José Martí, sobre las constituciones, cuando aseveró que: “una Constitución es una Ley viva y práctica que no debe construirse con elementos ideológicos”. Dichas palabras demuestran la falsedad de que la vigente Constitución, tomó como guía el ideario martiano como reza en su preámbulo. Sin embargo, al margen de nuestros fundamentados desacuerdos con el texto de la misma, el artículo 3, del cual rechazamos el apéndice sobre la irrevocabilidad del socialismo, afirma que: “en la República de Cuba la soberanía radica en el pueblo”.

El 55, dice que: “el Estado…reconoce, respeta y garantiza la libertad de conciencia y de religión”; así como el 57, alega que: “la correspondencia es inviolable...el mismo principio se observará con respecto a las comunicaciones cablegráficas, telegráficas y telefónicas”. O el 58, que asegura que: “La libertad e inviolabilidad de su persona están garantizadas a todos los que residen en el territorio nacional”. Y que “el detenido o preso es inviolable en su integridad personal”.

El 75 en sus incisos a, g, q, t, u: otorga atribuciones a la Asamblea Nacional, para realizar soluciones administrativas dentro de la sociedad incluyendo amnistías. O el artículo 88 que dice que: la iniciativa de las leyes también les compete a los ciudadanos, según reconoce el inciso g. Sin embargo cuando fue presentado el Proyecto Varela este fue desconocido por la Asamblea Nacional, a pesar de estar avalado por diez mil firmas, tal y como señala la vigente Constitución.

Los artículos mencionados son algunos de los muchos que de manera flagrante son violados o utilizados ocasionalmente en interés de enfatizar la inmovilidad del régimen. Esto reviste una notoria gravedad por la aprobación, complicidad y silencio de los diputados de la Asamblea Nacional del Poder Popular, ignorando con tan repudiable proceder, el mandato concedido por la población que “mayoritariamente” votó por ellos. No basta que hayan recogido la opinión de 3,2 millones de ciudadanos y de ellos l, 3 millones plantearan asuntos concretos, de los cuales el 49% fueron críticos. No es posible entender entonces que hayan trascurrido más de dos años y aún las autoridades no han dado a conocer cuales son lo asuntos que fueron criticados con más fuerza. Es decir, que todo continúa fraguándose en las más altas esferas del gobierno, mientras que la sociedad civil, el principal protagonista, sigue ajena a las soluciones de los problemas que le aquejan. Sabemos que tanto del pospuesto VI Congreso del Partido Comunista, como de la anunciada y fuera de lugar Conferencia Nacional del Partido, no debemos esperar cambio alguno en la naturaleza del poder dictatorial de la elite que gobierna Cuba. Para el pueblo, sobre todo el de a pie, ninguno de los dos eventos traerá libertades políticas ni económicas. Sencillamente habrá algunas movidas de fichas, desplazarán a aquellos que no son depositarios de la confianza del nuevo autócrata y ajustarán toda la vieja y apuntalada estructura de un gobierno que está de espaldas al pueblo, a la democracia y al pleno ejercicio de un Estado de Derecho. Para la CLC es una condición SINE QUA NON que se cumpla el artículo 75, inciso (t), de la Constitución de la República de Cuba, para todos los presos políticos sin ningún tipo de exclusión, dado que esta sería la señal más evidente, por parte del gobierno, de revertir la negativa situación que prevalece hoy en Cuba en cuanto a los Derechos Humanos. Otra señal de buena voluntad sería que el gobierno cubano ratificara los Pactos Internacionales de Derechos Humanos: cívicos y políticos, y sociales, económicos y culturales.

El deterioro de las estructuras del Estado es tal que está provocando una crisis que ya no es sólo económica sino que viene perjudicando, en algunos casos irreparablemente, a diversos estamentos de la sociedad, siendo los más afectados los sectores donde se agrupan y desempeñan las generaciones más jóvenes. Cuba se encuentra en el momento más crítico de los valores que la identifican como nación. La situación de estancamiento y de cierre total es tan desalentadora, que por todas partes es común observar los abusos y desmanes de los cuerpos represivos, el accionar arbitrario en las diversas instancias de los poderes públicos y de una burocracia parásita y corrupta que ignora y pisotea, en su accionar diario, el cuerpo legal de la República, ya menguada en derechos. Por todo lo dicho, estimamos desacertados los pronunciamientos del presidente Raúl Castro en el acto carnavalesco efectuado en la ciudad de Quito, Ecuador; porque envió una señal de naturaleza inmovilista contraria a la más mínima apertura, dejando claro que la vieja élite que él preside no tiene ninguna voluntad de cambio. Las organizaciones miembros de la CLC están firmemente decididas a convertirse en sujetos conductores, junto al resto de las fuerzas democráticas en el país, de las trasformaciones que demanda el pueblo cubano. Sólo así pondremos término, sin saltos ni fracturas, a tan condenable y rechazado sistema de gobierno imperante hace más de cincuenta años en Cuba.

Reinaldo Hernández Cardona
Partido Liberal de Cuba

Fernando Sánchez López
Partido Solidaridad Democrática

Ángel R. González Saladrigas
Partido Liberal Ortodoxo

Pedro Fontanal Miranda
Movimiento Liberal Cubano

Lázaro Prieto Álvarez
Comisión de Atención a Presos Políticos y Familiares

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